Y es que mi amor ni tú eres Romeo ni yo soy Julieta. A ti no te dieron el papel de Príncipe Azul y a mí nunca me gustó la Cenicienta. Ni a ti te gustan los trajes de gala ni a mí los vestidos que tapan más de lo justo. Nunca te gustó ser el héroe ni a mí la chica a la que rescatar. Ni a ti te va lo de ser caballero ni a mí lo de ser señorita. Y es que cariño no te hace falta rescatarme ni escribirme mil poemas. Me conformo con que una noche bailes conmigo, que me invites a una copa. Que tus ojos me dediquen dos miradas, y tus labios sonrían al pensar que estoy loca. Me vale con que me rompas las medias siempre que sea entre besos y caricias. Me basta con que me lleves a casa, aunque sea de madrugada. Porque cariño, todas planearon un cuento de hadas, con Príncipe y final feliz, pero, ¿sabes mi amor? Yo siempre improvisé y ahora me van los chicos malos y las noches de lujuria.