Yo empezaré a volar en menos de dos besos, y a ti te doy cuatro miradas, no más. Y después de abrazarte un buen rato, si quieres nos olvidamos y nos dedicamos a vernos de lejos, como hacemos ahora. O si no, quedamos y me cuentas un poco tu vida. O que digo, puedes regalarme mimos en alguna esquina de Madrid. O chocarnos en tu puerta sin querer, ya sabes. Pero de momento, no seas orgulloso y juega un ratito a dejarte llevar, porque más loco que tú.. No hay ninguno.
Sabes que los hombres complicados no se seducen con los placeres más sencillos. Y no lo niegues, tú en el fondo no eres tan complicado.