Sé que no mi vida es más díficil que la de los demás. Sé que no puedo hacer todo lo que ellos hacen. Sé que tengo defectos. Sé cuál es mi mayor defecto y cuál es mi mayor virtud. Sé que me duele todo esto. Sé que esto me supera. Igual que sé que puede que lo que cause a la gente sea pena. Pero no quiero. No quiero que me miren así. No quiero sentirme así de mal. No quiero sentirme inservible. No quiero sentir que mi vida es horrible. No! No quiero pero, no puedo evitarlo. No me puedo quitar de la cabeza esto. No pudo quitarme esta horrible sensación del corazón. Y la verdad, nadie sabe como me siento. Creo que nunca nadie se llega a sentir así. Creo que es díficil mi situación y que no todo el mundo lo sabe asimilar. Yo, por lo menos no. No puedo, no lo consigo, ¿vale? No soy capaz de levantarme con una sonrisa y gritarle al mundo que soy feliz porque no lo soy y las mentiras no me van. No puedo decirle a mis amigas que estoy bien porque se me notaría en la cara como miento. No puedo, no puedo, no puedo. Porque cuándo los demás dicen que prefieren hacerle caso al corazón y no a la cabeza me siento mal. Porque en ese momento siento como la vida se me va.