y parece que se me ha olvidado como se hace.
¿Se cierra los ojos y se duerme?
¿Se apaga la luz y se respira?
Creo que me he cansado de encerrarme y hablar yo sola,
como si hubiera alguien que me escucha.
Aunque cuando me acompañan,
no cambia mucho la cosa.
Hay tanto vacío que llenar,
que no se si podrá desbordarse alguna vez,
en todo el tiempo que queda por delante.
No me siento demasiado optimista.
Aunque bueno,
no es como si alguna vez me sintiera así.
Soy demasiado ilusa, ¿sabes?
Pero no ha cambiado nada.
Sigo sin ser el plato principal,
sigo sin ser la primera opción.
Siempre para el final,
siempre la última,
donde solo quedan los que ya no quieren escuchar,
o los que jamás lo han hecho.