Hace muchas noches que no tengo intención de contarte cómo soy.
Hace muchos días que no sé cómo soy.
Se podría decir que estoy "en construcción".
En destrucción.
¿Que a quién escribo? Bien podría ser a ti.
Aunque esta vez puede que te equivoques.
(Tú también).

Menos mal que no me conoces.
Menos mal que me conozco.
Menos mal que ya me toca huir a mí.

Que dónde está la prisa cuando más la necesitas.
Menos pensar, más actuar.

Ojalá volviesen esos días en los que actuar cruel era por elección y no por inercia.

Hache, A, De.

"Quiero hablar del frío:
el frío es bueno para tomar café,

para acostarse,
para hacer el amor,
para que nos digan "tienes las manos frías",
para fumar y para no salir del cuarto."

Hazte un peta y cuéntame lo bonita que parecía la vida entre sus caricias. Pregúntame cómo era el sentir, aunque ya lo sepas. Pregúntame.
Y no te vayas hasta obtener respuesta. Incluso a sabiendas de que, tal vez, hoy no voy a responderte.
Búscame.
Cálmame.
Y, hey, comparte las caladas.

[please, don't leave like she did]

Lo último en lo que había estado pensando era en no escribir sobre nadie. Nadie. Y, ya ves, escribo sobre ti. En un trocito de este desastre. Y es que hoy te ha tocado inspirarme.
Seguro que piensas que nunca me has inspirado. Bueno, si te digo que eso es mentira, tal vez yo sea la que esté mintiendo.

Pausa.
Ojalá tus ojos calmándome esta noche. Y la de mañana. Y las de los viernes. Y las de los domingos con espinas.
Y en las de Agosto, sólo drógame.



"Almohadas rotas, sábanas enredadas y nosotras sobre un colchón desgastado."
Éxtasis.
Lo anhelo, anhelo el sentirme en la cima del mundo. ¿Sabes cuál es ese sentimiento, no?
Es sentir que estás al máximo, no querer que nadie te quite esa felicidad por nada del mundo, por que eso, tía, eso si es felicidad, y no la mierda que vosotros soltáis por la boca. La felicidad es un dejadme aquí, que no se mueva el mundo, quiero sentirme así para siempre. Creo que es como sentirse infinito, eterno.
A veces la eternidad no es tan puta.
Otras sí.

Libertad.
Ah, dulce libertad. Creo que te ayuda a alcanzar el éxtasis , puede que la libertad sea el éxtasis.
Puede que solo me lo parezca a mi.
Puede que en realidad no sea así.
No lo sé.

No se nada.

Lo anhelo. Joder. Lo anhelo mucho.
Este desorden , se va ordenando.
Me di cuenta de lo que era luchar hace no mucho, de lo que significaba realmente ser fuerte, a pesar de que mi madre lleva toda una vida mostrándomelo, y es que ni siquiera me había parado a pensar todo lo que me ha enseñado. Es la viva representación de la fuerza, del coraje y del amor por sus hijas. Supongo que como todas las madres, pero la mía, es mejor, por que es la mía.
Ya no tengo la necesidad de esconderme, ni de que alguien me regale los oídos. Quiero ser libre, quiero libertad, quiero correr y largarme de aquí , empezar de cero. Llegar a ese estado tan fugaz de felicidad. Y lo haré. Con compañía o sola, me da igual.
Tengo un futuro trazado en mi mente, y nadie lo va a seguir si no soy yo, o lucho o pierdo, y no puedo morir sin intentarlo.